jueves, 18 de septiembre de 2014

POTAJE DE VIGILIA

Sé que aún queda mucho para Semana Santa, pero para mi este potaje me sabe rico cualquier época del año.

Es fácil, agradable, económico y ya en estas fechas con el fresquito que empieza a hacer en Salamanca... pues no viene nada mal, hacer esos guisos, que como sabéis me encantan y me recuerdan tanto a mi abuela....
A ver que tal nos sale esta receta...

Ingredientes:

½  kilo de garbanzos 
300 gr o 1 bolsa de espinacas
400 gr bacalao,(preguntadnos a las pescaderas y os recomendaremos el mejor bacalao)
1 cebolla grande picada
2 tomates maduros (si no tenéis podéis poner tomate triturado de lata)
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1 ramito de perejil
1 chorreón de aceite (unas 3 cucharadas)
1 cucharada sopera de harina
1 cucharilla de café de pimentón (dulce o picante, según preferencia)
3 litros de agua
Sal

Preparación:


Dejar en remojo los garbanzos desde la noche anterior en agua templada con sal. Y como siempre, pelamos y picamos la verdura, para tener preparados los ingredientes antes de empezar a cocinar.

*Enjuagamos el bacalao y lo desmenuzamos. Para personas que necesiten una dieta baja en sal o que no les guste la comida muy salada poner el bacalao a desalar la noche anterior ( se deja en agua para que pierda la sal).

Poner en una olla  3 litros de agua y calentamos antes de introducir la legumbre. Antes de que empiece a hervir ponemos los garbanzos, el bacalao preparado, y añadimos también los dos dientes de ajo pelados y las hojas de laurel. Hervir suavemente unas dos horas (el tiempo de cocción depende de la variedad de los garbanzos, de verdad en esto no ahorréis porque os puede estropear la receta, porque hay algunos que no ablandan ni que les de el día entero, es tremendo).

En un vaso de la batidora o similar, podremos el diente de ajo restante y el perejil bien limpio con un poco de caldo de la cocción y batimos hasta que todo quede bien molido. Tradicionalmente esta pasta se hacía en el mortero, pero las batidoras son más rápidas y descansadas.

Mientras se cuece la legumbre ponemos en una sartén a pochar la cebolla muy finamente picada hasta que están transparente, en este momento añadimos los tomates pelados, despepitados y cortados en dados muy pequeños o dos cazos de tomate triturado, refreímos un poco y añadimos también la cucharada de harina. Rehogamos un poco y poner también la pasta de ajo y perejil anteriormente preparada. Y seguimos dándole vueltas, rehogando otros 5-10 minutos más. Apartamos la sartén del fuego para no quemar la especia y espolvoreamos por encima el pimentón, y revolvemos bien, para que se integren bien los sabores. Y lo introducimos en la olla, con el fuego bajito para que no se pegue el refrito, pero manteniendo el hervor.


Miramos que a los garbanzos no les quede ya mucha cocción y entonces estamos preparados para introducir la espinaca, que previamente habremos enjuagado muy cuidadosamente, asegurándonos de eliminar todo resto de tierra y las hojas y tallos estropeados, si son frescas, y si son de bolsa con enjuagarlas un poco estarán. Y las volcamos en la olla cuando hayan pasado las dos horas mencionadas y continuar cociendo unos 15 minutos más. Aquí probamos el punto de sal del caldo, para mi no es necesario añadir nada de sal si solo habéis enjuagado el bacalao, en caso de haberlo desalado entonces si tendréis que corregir la sal.